Qué tan pequeño puede ser un robot? Los expertos en nanorobótica están trabajando muy duro para averiguarlo. Por otro lado, los insectos sirven como extraordinaria fuente de inspiración, especialmente aquellos que tienen la capacidad de volar. Desarrollar un robot a escala humana es posible, ¿pero qué sucede cuando se quiere hacer un robot volador del tamaño de una mosca o una abeja? La respuesta llega a través de la Universidad de Harvard y su RoboBee. Pesa solamente ochenta miligramos, y no es más grande que un clip de oficina.
A pesar de que siempre tratamos de alejarlas/aniquilarlas de alguna forma, las moscas no dejan de ser algo sorprendente. La velocidad a la que se mueven y su impresionante capacidad de maniobra hace que nos preguntemos cómo es que no se deshacen en el aire. Lo mismo se puede extender a otros insectos voladores como abejas o avispas, aunque observarlas de cerca requiere un poco más de audacia. Si la naturaleza nos brinda ejemplos tan contundentes, es casi inevitable para la ciencia tratar de imitarla. Claro que, es más fácil decirlo que hacerlo. Limitaciones en aspectos mecánicos y de fuentes de energía presentan desafíos muy grandes
tomado de www.neoteo.com
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